Todos ustedes también perecerán; todos los de Galilea y Jerusalén perecerán de la misma manera. Entonces la palabra griega lo implica. Y así lo hicieron. Hubo una semejanza notable entre el destino de estos galileos y el del cuerpo principal de la nación judía; cuya flor fue muerta en Jerusalén por la espada romana, mientras estaban reunidos en una de sus grandes fiestas. Y muchos miles de ellos perecieron en el templo mismo, y fueron literalmente enterrados bajo sus ruinas.

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