Jesús les dijo: Hijos, vean cómo suaviza la cruda verdad con la manera de expresarla. Y, sin embargo, sin retractarse ni disminuir una tilde: Cuán difícil es para los que confían en las riquezas, ya sea para defenderse, o para alegrarse, o para liberarse de los mil peligros a los que la vida está continuamente expuesta. Que éstos no pueden entrar en el reino glorioso de Dios, es claro e innegable; pero es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un hombre tenga riquezas y no confíe en ellas. Por tanto, es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el reino.

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