Porque ahora la parábola está desarrollada, será con Israel como con una mujer así, ellos y ella fueron culpables de adulterio, ambos fueron castigados por mucho tiempo, ambos esclavizados, mantenidos con dureza y mal valorados, pero finalmente perdonados en misericordia, y vuelto a aceptar aunque después de un largo período de prueba. Sin rey: ninguno de su propia línea real se sentará en el trono. Un príncipe: extranjeros serán príncipes y gobernadores sobre ellos.

Sin sacrificio: ofrecido de acuerdo con la ley. Una imagen: no podían llevar ninguna de sus imágenes con ellos, y los asirios no les permitían hacer otras nuevas. Efod: no hay sacerdote ni tampoco efod. Y sin terafines, imágenes idólatras guardadas en sus casas particulares, como los dioses domésticos romanos; en una palabra, tal debería ser el estado de sus cautivos; no deberían tener nada propio ni en asuntos religiosos ni civiles, sino estar totalmente bajo el poder de sus enemigos conquistadores.

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