Orígenes de Principios Libro II

De este fuego el combustible y el alimento son nuestros pecados, que el apóstol Pablo llama leña, heno y hojarasca»[176].

Orígenes Contra Celso Libro IV

Y afirmamos que son la maldad, y las obras que de ella resultan, y que, llamándose figurativamente madera, heno, hojarasca,[50]

Orígenes contra Celso Libro V

que necesita ser consumido por ese fuego, y que quema y consume a los que con sus acciones, palabras y pensamientos han construido madera, o heno, o hojarasca, en lo que en sentido figurado se denomina "edificio"[57].

Orígenes Contra Celso Libro VI

De la misma manera, también, si los pecados se llaman "madera, paja y hojarasca", no sostendremos que los pecados son corporales; y si las bendiciones se denominan "oro, plata y piedras preciosas"[363]

Un tratado contra el hereje Novaciano por un obispo anónimo

Mirad cuán glorioso, cuán amado por el Señor es el pueblo al que estos cismáticos no dudan en llamar "madera, heno, hojarasca"[21].

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