Clemente de Alejandría Stromata Libro III

Et rursus cure dicit: "Bonum est homini uxorem non tangere, sed propter fornicationes unusquisque suam uxorem habeat; "[176]

Tertuliano sobre la monogamia

como siendo Él mismo, además, una virgen; a quien mirando, el apóstol también -él mismo por eso abstinente- da la preferencia a la continencia[10].

Tertuliano sobre la monogamia

Las mismas fases de esta (inexperiencia) son inteligibles a partir de los rescriptos (del apóstol), cuando dice:[91]

Tertuliano sobre la modestia

y con qué hacha de censura tala, y erradica, y extirpa, todo bosque de lujurias, por temor a permitir que nada recobre fuerza y ​​brote de nuevo; vedlo deseando a las almas ayunar del fruto legítimo de la naturaleza, la manzana, quiero decir, del matrimonio: "Mas en cuanto a lo que escribisteis, bueno es para el hombre no tener contacto con mujer; pero, en por causa de la fornicación, que cada uno tenga su propia mujer; que el marido dé a la mujer y la mujer al marido lo que corresponda»[176].

Tratado Cipriano XII Tres Libros de Testimonios Contra los Judíos

Pero deseo que todos los hombres sean como yo. Pero cada uno tiene su propio don de Dios; uno de una manera, pero otro de otra manera.”[574]

Discurso de Metodio III. Talia

deseando con todas sus fuerzas que los creyentes en Cristo sean castos, se esfuerza por mostrarles con muchos argumentos la dignidad de la castidad, como cuando dice:[39]

Discurso de Metodio III. Talia

Ven, ahora, y examinemos más cuidadosamente las mismas palabras que tenemos ante nosotros, y observemos que el apóstol no concedió estas cosas incondicionalmente a todos, sino que primero expuso la razón por la cual fue llevado a esto. Porque, habiendo dicho que "es bueno que el hombre no toque a la mujer",[42]

Los Testamentos de los Doce Patriarcas VIII

Porque los mandamientos de la ley son dobles, y por medio de la prudencia deben cumplirse. Porque hay un tiempo para que el hombre abrace a su mujer, y un tiempo para abstenerse de ello[7]

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento