Ireneo contra las herejías Libro II

¿Cómo es posible, pues, que aquella simiente sea semejante a la imagen de los ángeles, habiendo adquirido forma semejante a la de los hombres? ¿Por qué, de nuevo, siendo de naturaleza espiritual, tenía alguna necesidad de descender a la carne? Porque lo carnal necesita lo espiritual, si es que ha de ser salvado, para que en él sea santificado y limpiado de toda impureza, y lo mortal sea absorbido por la inmortalidad;[108]

Ireneo contra las herejías Libro IV

Además, manifestó también que nosotros, según nuestra vocación, también debemos ser adornados con obras de justicia, para que el Espíritu de Dios repose sobre nosotros; porque este es el vestido de bodas, del que también habla el Apóstol: No para que seamos desnudos, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la inmortalidad.[580]

Ireneo contra las herejías Libro V

Este fervor, pues, al morar así en nosotros, nos hace espirituales ya ahora, y lo mortal es absorbido por la inmortalidad.[48]

Ireneo contra las herejías Libro V

El que nos ha perfeccionado para esto mismo es Dios, quien también nos ha dado las arras del Espíritu»[104].

Tertuliano contra Marción Libro V

con una renuencia a ser desvestidos, pero (deseamos) ser revestidos".[554]

Tertuliano contra Marción Libro V

En consecuencia, no en vano los describió como "no queriendo en verdad ser desvestidos", sino (más bien como queriendo) "ser revestidos"[563].

Tertuliano Contra Marción Libro V "para que este (cuerpo) moral sea absorbido por la vida",[565]

Tertuliano sobre la resurrección de la carne

Por último, aun cuando todo lo que hay de mortal en todos los muertos se encuentre descompuesto, al menos consumido por la muerte, por el tiempo y por la edad, no hay nada que sea "absorbido por la vida"[280].

Tertuliano sobre la resurrección de la carne

Por otra parte, muy a menudo las preguntas son sugeridas por términos ocasionales y aislados, tanto como por oraciones conectadas. Así, por la expresión del apóstol, "para que la mortalidad sea absorbida por la vida"[417]

Tertuliano a su mujer Libro I

y como testimonio de (nuestra) fe; como encomio de esta carne nuestra, que ha de ser sostenida por el "vestido de inmortalidad",[73]

Pseudo-Gregory Taumaturgus Una Confesión de Fe Seccional

Ahora bien, el que nos hizo para lo mismo es Dios, quien también nos ha dado las arras del Espíritu”[83].

Metodio Del Discurso sobre la Resurrección

recibirá nuestras almas; así que cuando esta vida perecedera sea disuelta, tendremos la habitación que es antes de la resurrección, es decir, nuestras almas estarán con Dios, hasta que recibamos la nueva casa que está preparada para nosotros, y que nunca caerá. De donde también "gemimos", "no porque quisiéramos ser desvestidos", en cuanto al cuerpo, "sino revestidos"[95].

Comentario de Orígenes sobre Mateo Libro XIII

Para los santos mientras "en el tabernáculo, gimen siendo agobiados"[139]

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