Ireneo Contra las Herejías Libro III

El mismo Pablo también -después de que el Señor le habló desde el cielo, y le mostró que, al perseguir a Sus discípulos, perseguía a su propio Señor, y le envió a Ananías para que recuperara la vista y fuera bautizado- "predicaba, se dice: "Jesús en las sinagogas de Damasco, con toda libertad de expresión, que éste es el Hijo de Dios, el Cristo"[196].

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