Constituciones de los Santos Apóstoles Libro II

Por tanto, oh obispo, cuando vayas a orar después de las lecciones, la salmodia y la instrucción de las Escrituras, deja que el diácono se pare cerca de ti y diga en alta voz: Ninguno tenga pleito con otro; que ninguno venga con hipocresía; para que si se encuentra alguna controversia entre alguno de vosotros, se afecte su conciencia, y oren a Dios, y se reconcilien con sus hermanos. Porque si al entrar en la casa de alguno decimos: Paz a esta casa,[241]

Constituciones de los Santos Apóstoles Libro III

Y si hubiere allí hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; pero si no fuere digno, vuestra paz volverá a vosotros.”[45]

Reconocimientos de Clemente II

'Pero será más tolerable para la tierra de Sodoma y Gomorra en el día del juicio que para esa ciudad o casa.'[26]

Homilía Clementina III

profeta infalible de lo que es de suma utilidad, nos encargó, a modo de salutación antes de nuestras palabras de instrucción, anunciaros, a fin de que si hubiere entre vosotros algún hijo de paz, la paz se apodere de él por medio de nuestra enseñanza; pero si alguno de vosotros no lo recibe, entonces nosotros, sacudiéndonos como testimonio el polvo del camino de nuestros pies, que hemos llevado a través de nuestras fatigas, y traído a vosotros para que podáis ser salvos, iremos a las moradas y las ciudades de otros.[20]

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento