Ireneo contra las herejías Libro V

Pero como el Hijo unigénito había venido para la salvación del hombre de parte de Aquel que es Dios, tanto despertaba a los incrédulos con los milagros que solía hacer, para dar gloria al Padre; y a los fariseos, que no admitían el advenimiento de su Hijo, y que por consiguiente no creían en la remisión [de los pecados] que Él confería, les dijo: "Para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad para perdona los pecados»[149].

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