Una controversia con Israel -- Oseas 4:1-5 : Cuando la gente se aparta del arreglo de Dios de las cosas entonces nadie es fiel o leal o verdaderamente se preocupa por Dios. Sin Dios estas personas se vuelven hacia otros dioses y practican todo tipo de maldad. Los hijos de Israel eran culpables de adulterio espiritual. Habían abandonado la verdad, la misericordia y el conocimiento de Dios.

Su conducta se había vuelto impía y pecaminosa. Eran tan corruptos que "Jehová tiene pleito con los habitantes de la tierra". Israel había caído en una forma de vida muy corrupta. Había maldición, deshonestidad, asesinato, robo, infidelidad y todo tipo de violencia por todas partes en Israel. Oseas dijo: "La sangre toca la sangre". Un acto violento no se completó hasta que se hizo otro.

Dios castigó su desobediencia trayendo miseria sobre su tierra. Su maldad hizo que todo sufriera; la tierra, la gente y los animales. Las cosas horribles que habían sucedido en Israel eran culpa de los sacerdotes. Dios dijo: "No todos tienen la culpa. Mi caso es contra ustedes, los sacerdotes". La gente común también era culpable. Pero si no puedes razonar con el sacerdote sobre el error religioso, ¿qué esperanza habría de razonar con el hombre común sobre las cosas eternas? Tanto el profeta como toda la nación, representados con el término "tu madre", serían destruidos a causa de su adulterio espiritual.

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