Señor, sálvanos: perecemos.

Es curioso y significativo que, mientras cada uno de los tres evangelistas relata las palabras con las que Cristo fue despertado, no están de acuerdo. El informe de Mateo es, Señor, sálvanos, perecemos; Observa , maestro, ¿no te importa que perezcamos? Luke, Maestro, Maestro, perecemos. La diferencia no es meramente verbal; también hay. diferencia de tono en los tres llamamientos. El primero es el lenguaje de la apelación, el segundo el del reproche, el tercero el de la importunidad suscitada por un peligro inminente.

-- Abad. El sentido de los discípulos despertando al Señor y buscando ser salvos es uno y el mismo; ni vale la pena investigar cuál de estos tres fue realmente dicho a Cristo. Porque si dijeron alguna de estas tres, u otras palabras que alguno de los evangelistas ha mencionado, pero de igual importancia en cuanto a la verdad del sentido, ¿qué importa? Aunque puede ser, también, que cuando muchos le invocaban, todos estos se hayan dicho, uno por uno, otro por otro.-- Agustín.

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