Versículo 2. En esto conoced el espíritu de Dios.

Hay, pues, un espíritu que es de Dios y un espíritu que no es de Dios. Solo debemos poner fe en los primeros, y rechazar los segundos. Para que podamos conocer con certeza el espíritu que es de Dios, este será el criterio, la prueba crucial el espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios. Ningún otro lo es, y no hay que creer en ningún otro.

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Antiguo Testamento