Versículo 10. Si alguno llega a vosotros.

Los que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne, no los recibáis en vuestra casa. Puede pretender ser un hermano; pero no hay diferencia, no le des la bienvenida como tal, no le brindes tal hospitalidad; y además, no le extiendas ningún deseo por su éxito, y ningún aliento en su obra de engaño. En resumen, los tales no deben ser fraternizados de ninguna manera por los hermanos.

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Antiguo Testamento