ella escribió cartas en nombre de Acab. Ella era la verdadera gobernante, él solo rey de nombre. Las cartas serían preparadas para ella por los secretarios reales. La parte de Jezabel era tomar el anillo de sellar de su esposo, y ponerle el sello real para que el documento pudiera salir con autoridad. Aparentemente, Acab no preguntó acerca de los medios que su esposa pensaba emplear.

los ancianos y a los nobles La ley mandaba ( Deuteronomio 16:18 ) que se nombraran jueces en cada ciudad, y no podemos dudar de la existencia de tal tribunal en un lugar tan importante como Jezreel, donde se formarían los ancianos y nobles el banco de magistrados. La secuela muestra que por una ofensa como la acusada contra Nabot tenían el poder de la vida y la muerte.

Pero todo el procedimiento es muy oriental. La carta real dicta la sentencia, y cómo ha de obtenerse, y las personas a quienes va dirigida no tienen escrúpulo alguno en obedecer, aunque las últimas palabras de este verso aumentan la enormidad de su proceder al decir que estaban en sus manos. ciudad, morando con Nabot", y así parecería bien familiarizado con su carácter.

Las palabras "en su ciudad" se omiten en la LXX.

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