Guedalías les juró que les dio la promesa más solemne de que disfrutarían de la seguridad que esperaba bajo el gobierno de los caldeos.

No temáis ser [RV por causa de ] los siervos de los caldeos RV Caldeos . La alarma de los fugitivos que regresaban sería que no viniera otra fuerza caldea y le hiciera a Mizpa lo que habían hecho a Jerusalén.

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