Entre este verso y el último vienen los hechos narrados por san Mateo únicamente, a saber, la visita de los magos; la Huida a Egipto; y la masacre de los Inocentes. Es difícil creer que cualquiera de los evangelistas haya visto la narración del otro, porque la inferencia prima facie de cualquiera de ellos por separado sería imperfectamente correcta. Se complementan , porque cada uno narra la verdad, aunque probablemente ninguno de los dos estaba al tanto de todo lo que nos ha sido entregado.

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