las cosas santas de cada uno serán suyas, es decir, del sacerdote. El versículo da una descripción general de todos los deberes sacerdotales; (1) toda cosa santa que, por cualquier causa, se deba a Jehová, irá al sacerdote como Su representante, y (2) todo regalo que un hombre pueda hacer a cualquier sacerdote en particular pertenecerá a ese sacerdote.

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