Entonces tú. Cristo es el único Señor y Juez. ¿Qué derecho tienes de juzgar a tu hermano? ¿Por qué desprecias? La actitud farasaica hipercrítica es siempre pecado. Todos nos pondremos de pie. Cuando juzgamos a nuestro hermano, nos ponemos en el lugar de Dios. Pero no somos jueces, y todos compareceremos ante el Juez de todos. Al recordar este hecho, evitaremos juzgar a nuestro hermano y despreciarlo. Comparar Mateo 7:1-2 y notas.

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Antiguo Testamento