53. Por esta marca corruptible debe, cómo viviremos en el reino de Dios tanto en cuerpo como en alma, mientras que al mismo tiempo la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, porque previamente serán liberados de la corrupción. Nuestra naturaleza, entonces, como ahora es corruptible y mortal, no es admisible en el reino de Dios, pero cuando haya pospuesto la corrupción y haya sido embellecida con corrupción, entrará en ella. Este pasaje también prueba claramente que resucitaremos en esa misma carne que ahora llevamos con nosotros, ya que el Apóstol le asigna una nueva cualidad que servirá como prenda. Si él hubiera dicho: Este corruptible debe ser renovado, el error de esos fanáticos, que imaginan que la humanidad estará dotada de nuevos cuerpos, no habría sido derrocado de manera tan clara o forzada. Ahora, sin embargo, cuando declara que este corruptible será investido de gloria, no queda espacio para el mal.

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