30. Por la fe cayeron los muros de Jericó, etc. Como ya nos había enseñado, que el yugo de la esclavitud fue roto por la fe, así que ahora dice nosotros, que por la misma fe la gente ganó la posesión de la tierra prometida. Porque en su primera entrada la ciudad Jericó se interpuso en su camino; Al estar fortificado y casi inexpugnable, impidió cualquier progreso adicional, y no tenían medios para atacarlo. El Señor ordenó a todos los hombres de guerra que lo rodearan una vez al día, y el séptimo día siete veces. Parecía ser una obra infantil y ridícula; y aun así obedecieron el mandato divino; ni lo hicieron en vano, porque el éxito según la promesa que se siguió. Es evidente que las paredes no cayeron a través del grito de los hombres, ni el sonido de las trompetas; pero porque la gente creía que el Señor haría lo que había prometido.

También podemos aplicar este evento para nuestro beneficio e instrucción: porque no es de otra manera, que por fe, podemos ser liberados de la tiranía del Diablo, y ser llevados a la libertad; y por la misma fe, es que podemos hacer huir a nuestros enemigos, y que todas las fortalezas del infierno pueden ser demolidas.

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