13. Porque cuando Dios le hizo una promesa a Abraham, etc. Su objetivo era probar que la gracia de Dios se nos ofrece en vano, excepto que recibamos la promesa por fe, y la apreciamos constantemente en el seno de nuestro corazón. Y lo demuestra con este argumento, que cuando Dios le prometió una infinidad de descendientes a Abraham, le pareció algo increíble; Sarah había pasado por una vida estéril; ambos habían alcanzado una vejez estéril, cuando estaban más cerca de la tumba que de un lecho conyugal; no había vigor para engendrar hijos, cuando el útero de Sarah, que había sido estéril durante la plenitud de la vida, ahora estaba muerto. ¿Quién podría creer que una nación procedería de ellos, igualando las estrellas en número y como la arena del mar? Fue, de hecho, contrario a toda razón. Sin embargo, Abraham buscó esto y no temió decepciones, porque confiaba en la Palabra de Dios. (105) Debemos, entonces, notar la circunstancia en cuanto al tiempo, que el razonamiento del Apóstol puede parecer evidente; y a lo que se une se refiere a esto: que fue hecho partícipe de esta bendición, pero que fue después de haber esperado lo que nadie podría haber pensado que alguna vez sucedería. De esta manera se debe dar gloria a Dios; debemos esperar silenciosamente lo que aún no muestra a nuestros sentidos, sino que se esconde de nosotros y difiere por mucho tiempo, para que se pueda ejercer nuestra paciencia.

Por qué Dios juró por sí mismo, ahora lo veremos. La forma de jurar, excepto la bendición que te bendeciré, hemos explicado lo que significa en el tercer capítulo: el nombre de Dios no se expresa aquí, pero debe entenderse, ya que, excepto que cumple lo que promete, testifica que no debe él contó verdadero y fiel.

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