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10. Todos los que habitaban. Lucas no quiere decir que los hombres de Asia vinieron a escuchar a Pablo; pero que el olor [sabor] de su predicación se extendió por toda Asia, y que la semilla se sembró por todas partes; de modo que su trabajo fue fructífero no solo para una ciudad, sino también para lugares que estaban lejos; y eso sucede a menudo, que cuando se predica la verdad de Dios en un lugar, suena donde la voz del ministro no puede sonar, extendiéndose por todo el mundo; porque se entrega de mano en mano, y uno enseña a otro. Porque un hombre no era suficiente, a menos que cada hombre fuera diligente por sí mismo para difundir la fe en el extranjero. -

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