31. Que mi ministerio, etc. Los calumniadores habían prevalecido tanto por sus acusaciones, que incluso temió que el presente difícilmente fuera aceptable, como si viniera de sus manos, que de lo contrario, bajo tal angustia, habría sido muy estacional. Y de ahí aparece su maravillosa mansedumbre, porque dejó de trabajar para aquellos a quienes dudaba si sería aceptable. Deberíamos imitar esta disposición mental, para que no dejemos de hacer el bien a aquellos cuya gratitud no estamos seguros. También debemos notar que él honra con el nombre de los santos, incluso aquellos por quienes temía que se sospechara y se considerara inoportuno. También sabía que, los santos a veces pueden ser llevados por falsas calumnias a opiniones desfavorables, y aunque sabía que lo perjudicaban, no dejó de hablar honorablemente de ellos.

Al agregar que puedo acudir a usted, él insinúa que esta oración también sería provechosa para ellos y que les preocupaba que no lo mataran en Judea. Para el mismo propósito es la expresión con alegría; porque para los romanos sería ventajoso que él viniera a ellos con un estado de ánimo alegre y libre de toda pena, para que pudiera trabajar de una manera más viva y extenuante entre ellos. Y con la palabra refrescado, (467) o satisfecho, nuevamente muestra cuán completamente convencido estaba de su amor fraternal. Las palabras por la voluntad de Dios nos recuerdan cuán necesario es ser diligente en la oración, ya que solo Dios dirige todos nuestros caminos por su providencia.

Y el Dios de la paz, (468) etc. De la palabra universal all, concluyo que no solo rezó para que Dios estuviera presente y favoreciera a los Romanos en un sentido general, pero que él gobernaría y guiaría a cada uno de ellos. Pero la palabra paz se refiere, creo, a sus circunstancias en ese momento, que Dios, el autor de la paz, los mantendría a todos unidos.

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