4. Sin embargo, consultan para arrojarlo desde su elevación. Aún interpretaría la partícula אך, ach, en un sentido adverso. David, por un lado, se animó al decidir descansar firmemente sobre la promesa del favor divino; pero, por el otro, tuvo ante sí las maquinaciones de sus enemigos, caracterizadas por la crueldad, la audacia, el orgullo y el engaño. Por todos sus intentos, como si él hubiera dicho, no hacen más que precipitar su propia caída; Aún así, el frenesí y la furia por los que son activados persisten en sus intrigas contra mí. Insinúa que sus ataques fueron dirigidos, no tanto contra sí mismo como contra Dios, de acuerdo con la imagen que los poetas nos dan impiedad en su fábula de los Gigantes. (415) Nada satisfará a los enemigos de Dios sino colocarse por encima de los cielos. Debe entenderse que David habla aquí principalmente de sí mismo en tercera persona, pero de sí mismo como elevado expresamente por la mano divina. En consecuencia, aunque podríamos considerar que Dios es la parte directamente intencionada, el alcance de las palabras más bien insinúa que apuntaban al derrocamiento de alguien a quien Dios había exaltado y que deseaba establecer en honor. Al intentar frustrar su propósito, realmente estaban luchando contra Dios. La cláusula que sigue, se deleitan en las mentiras, hace referencia a lo mismo. Al negarse a reconocer su vocación divina, perseveraron en seguir tales diseños corruptos, ya que solo pudieron retroceder sobre ellos a su propia confusión, como exclama el salmista:

“¡Oh hijos de los hombres! ¿Hasta cuándo mi gloria es objeto de vuestro reproche? ¿Hasta cuándo amarán la vanidad y buscarán el arrendamiento? Selah. - (Salmo 4:2)

O la expresión puede denotar las medidas ocultas y engañosas que adoptaron en su persecución a este santo de Dios; porque se agrega de inmediato, que bendijeron con su boca, pero maldijeron internamente. Cualquiera que sea el significado, es evidente que David, contemplando toda la traición, intrigas y maldad de sus enemigos, se sostiene a sí mismo con la sola consideración de que su la ayuda estaba en Dios, y que cada instrumento opuesto era, por lo tanto, vano.

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