Es un. 40:15. "Él toma las islas como una cosa muy pequeña". Vitringa, erudito, sagaz y devoto expositor, hace aquí una observación muy fina y una sólida corrección de la traducción común. Él observa que la traducción común no responde a la importancia del original, ni está en consonancia con la estructura del discurso. El profeta no tenía la intención de informar a la humanidad lo que el Todopoderoso podría hacer con respecto a las islas, si quisiera ejercer su poder, pero su propósito era mostrar cuán insignificantes, o más bien, qué meras nadas son en su estima, y ​​antes su Majestad.

Las islas, dice, aunque son tan espaciosas como para permitir la erección de reinos y la morada de las naciones, aunque tan fuertes como para resistir durante muchos miles de años los furiosos y reiterados ataques de todo el mundo acuático, aún están ante el adoró a Jehová pequeño como el grano más diminuto, que el ojo apenas puede distinguir, ligero como la mota emplumada, que el menor soplo arremolina como una tempestad, Insulae sunt, ut levi quid, quod avolat. "Las islas de raíces profundas son como el átomo volátil, que, por las ondulaciones más suaves del aire, es arrastrado de un lado a otro en agitación perpetua". Meditaciones de Hervey, vol. 2. pág. 130.

Es un. 41:8

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