Así como Beliar coloca “su imagen delante de él en cada ciudad” ( Asc. Isa. iv. 11, después de 10 = “y habrá el poder de sus milagros en cada ciudad y región”), así aquí el εἰκών o busto de el emperador como el anticristo nerónico que representa al imperio ( cf. la insinuación repetida de Apocalipsis 13:12 12c ) se adelanta junto con las estatuas de los dioses para recibir ofrendas de vino e incienso de los ciudadanos. Para la ingenua identificación de tales imágenes con las deidades que representaban, véase Friedländer, iii. 500 f. λέγων = κελεύων (Blass § 72, 5).

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Antiguo Testamento