versión 16. La descripción se cierra con un terrible anuncio de su condición moralmente naufragada y sin esperanza: confiesan que conocen a Dios, pero [lo] niegan en las obras, siendo abominables y desobedientes, y réprobos para toda buena obra. Debe tenerse en cuenta que la descripción se refiere a aquellos que han entrado en la esfera de la verdad religiosa, cuyas mentes han sido instruidas en sus principios y obligaciones, y sin embargo no han renunciado formalmente a la profesión de piedad que naturalmente implican; pero que todo el tiempo, por motivos siniestros, han resistido la verdad en sus corazones, han hablado mucho y han hecho poco; es más, se han convertido en adeptos a evadir las llamadas más simples del deber y a seguir cursos en desacuerdo con los grandes principios de la moralidad y la religión.

De las personas que han seguido tal carrera puede decirse con justicia que los fundamentos mismos de su ser moral están fuera de curso; y de acuerdo con los métodos ordinarios de Dios para tratar, no hay esperanza de recuperarlos para la verdad y la justicia. Al llamarlos réprobos con respecto a toda buena obra ἀδόκιμοι, el apóstol quiere decir que no tienen ningún valor o cuenta en ese sentido: cuando se trata de una buena obra, tales personas pueden ser rechazadas por no tener una afinidad adecuada con ella.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento

Nuevo Testamento