Miguel y sus ángeles ganaron porque Jesús ya había ganado. Qué tranquilizador saber que la misma sangre está disponible para nosotros en nuestra batalla con Satanás y que él no puede vencernos mientras esa sangre sea nuestra. A Cristo verdaderamente se le dio toda autoridad después de que venció a la muerte. ( Mateo 28:18-20 ; Efesios 1:20-23 ; 1 Pedro 3:21-22 ) Todo esto es anunciado por una "fuerte voz", que puede describir la voz de un ser o un grupo grande hablando como uno solo. . Esto último parece mejor ya que la voz dice, "nuestros hermanos".

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Antiguo Testamento