Hechos 2:46,47

Ocurrencias diarias en la iglesia primitiva

Esos primeros conversos iban al templo todos los días, probablemente para estudiar la Biblia y adorar. También pasaban tiempo juntos a diario, como parece indicar "partir el pan de casa en casa". Su participación diaria en la comida se hizo con corazones llenos de "extrema alegría" (Thayer) y sencillez, que Lenski dice que es un sustantivo "derivado de un adjetivo que significa 'sin piedra', por lo tanto, perfectamente liso y parejo, metafóricamente, un condición que no es perturbada por nada contrario.

Así, aquellos primeros cristianos alababan a Dios por el perdón de los pecados y la comunidad de creyentes de la que él los había hecho parte. Las otras personas que vivían en Jerusalén los consideraban un grupo aceptable.

Aparentemente como resultado directo de sus actividades diarias, Lucas continúa diciendo: "Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos" ( Hechos 2:46-47 ). Es importante darse cuenta de que el Señor es el responsable de producir fruto. Demasiados han sido demasiado rápidos para tomar el crédito por el crecimiento de la iglesia, mientras que a menudo culpan a otros cuando no hay crecimiento.

Pablo dijo: "Yo planté, Apolos regó, pero Dios dio el crecimiento. Así que, ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento" ( 1 Corintios 3:6-7 ). Como aquellos primeros cristianos, los seguidores del Señor de hoy necesitan entregarse al estudio diario, al compartir, al encuentro y al corazón lleno de extrema alegría y sencillez. Los resultados bien podrían ser conversiones diarias porque una vez más habremos entregado nuestra vida al Señor.