Verso Hechos 2:46Ellos, permaneciendo unánimes cada día en el templo... Estaban presentes en todos los momentos del culto público, y se unían en las oraciones y alabanzas a Dios; pues no debe suponerse que continuaran ofreciendo ninguno de los sacrificios prescritos por la ley.

Partir el pan de casa en casa... Esto puede significar que las compañías selectas, que estaban contiguas unas a otras, comían frecuentemente juntas en sus respectivos alojamientos al regresar del culto público. Pero κατ οικον, que traducimos de casa en casa, es usado repetidamente por los escritores griegos para casa, en casa, (ver margen,) pues aunque tenían todas las cosas en común, cada persona vivía en su propia mesa. Partir el pan se usa para expresar el acto de tomar sus comidas. El pan de los judíos era fino, duro y seco, y nunca se cortaba con el cuchillo como el nuestro, sino que simplemente se partía con la mano.

Con alegría y sencillez de corazón... Una verdadera imagen de la genuina comunión cristiana. Comían su pan: no tenían ayunos severos; el Espíritu Santo había hecho en sus almas, por su influencia refinadora, lo que otros esperan vanamente de las austeridades corporales. También puede decirse que, si no tenían ayunos severos, tampoco tenían fiestas espléndidas: todo era moderación y todo era satisfacción. Estaban llenos de alegría, de gozo y felicidad espirituales, y de sencillez de corazón, siendo cada uno digno de la confianza de su prójimo, y caminando todos por la misma regla y preocupándose por lo mismo.

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