10 Y oí una gran voz que decía en el cielo: Ahora ha venido la salvación, y el poder, y el reino de nuestro Dios, y el poder de su Cristo; porque ha sido arrojado fuera el acusador de nuestros hermanos, que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.

11 Y ellos le vencieron por la sangre del Cordero, y por la palabra del testimonio de ellos; y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.

Hay una gran voz del cielo que anuncia que es la hora del Reino de Dios y del poder de su Cristo. Satanás es arrojado; Satanás obviamente tuvo acceso a Dios antes de ser expulsado porque en este pasaje nos dice que él era el acusador de los hermanos ante Dios. No podría hacer eso si no tuviera acceso al trono de Dios. Otros pasajes de las Escrituras también verifican que Satanás apareció ante Dios y que patrullaba la tierra para informar a Dios ( Job 1:6 ; Job 2:1 ). Ahora vemos que Satanás ha sido juzgado por Dios y arrojado a la tierra.

Los que vencieron al diablo lo hicieron por la sangre de Jesús, por su testimonio y muriendo por su fidelidad a Jesús aun a costa de sus vidas naturales.

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