Por esto también la gente salió a su encuentro, porque habían oído que había hecho este milagro. El pueblo que estuvo presente en la resurrección de Lázaro difundió el milagro, afirmando que lo habían visto. Y lo extraño de esto entusiasmó tanto a la gente que corrieron en multitudes para encontrarse con Jesús y aclamarlo como el Mesías.

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Antiguo Testamento