Cuando Jesús se hubo levantado a sí mismo , etc. Alzando sobre ella sus ojos de mansedumbre, como había rechazado a sus adversarios con palabras de justicia, como dice S. Agustín. Él le habló, (1.) para mostrarle que Él había alejado a sus acusadores, y que ella podía reconocer lo que Jesús, en Su misericordia, había hecho por ella, y pedirle perdón por su pecado. (2.) Para que Él pudiera absolverla más fácilmente, porque sus acusadores se habían retirado de su cargo y habían huido, como si dudaran de la justicia de su causa.

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Antiguo Testamento