Pero si alguno es ignorante ... - Si alguien afecta a ser ignorante de mi autoridad, o si tengo derecho a mandar. Si afecta a dudar si estoy inspirado y si lo que pronuncio está de acuerdo con la voluntad de Dios.

Déjelo ser ignorante - A su propio riesgo, déjelo así y cumpla con las consecuencias. No me tomaré más problemas para debatir con él. He declarado mi autoridad. He entregado los mandamientos de Dios. Y ahora, si los ignora, y aún duda si todo esto es dicho por la autoridad divina, que cumpla las consecuencias de rechazar la ley de Dios. He dado pruebas completas de mi comisión divina. No tengo nada más que decir sobre esa cabeza. Y ahora, si elige permanecer en la ignorancia o la incredulidad, la culpa es suya y debe responder por ello ante Dios.

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