La prueba de Salomón del segundo regalo de Dios, a saber, las riquezas y el disfrute que las riquezas suministran; esto lo llevó al resultado sensato (compare Eclesiastés 1:12).

Al comparar la acción de Salomón con Lucas 12:16, debe recordarse que el objetivo de Salomón era la adquisición de sabiduría, no la autocomplacencia, y que no dejó de esperar la certeza de que la muerte lo alcanzara.

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