Si estuvieras ciego - Si estuvieras realmente ciego no habría tenido la oportunidad de aprender la verdad. Si usted fuera realmente ignorante y estuviera dispuesto a confesarlo y acudir a mí para recibir instrucciones.

Sin pecado - No sería culpable. El pecado se mide por las capacidades o habilidades de las personas y por sus oportunidades de conocer la verdad. Si las personas no tuvieran la capacidad de hacer la voluntad de Dios, no tendrían la culpa. Si tienen toda la capacidad adecuada y ninguna disposición, Dios los considera culpables. Este pasaje enseña de manera concluyente:

1. Que las personas no están condenadas por lo que no pueden hacer.

2. Que la razón por la que están condenados es que no están dispuestos a recibir la verdad.

3. Que el orgullo y la confianza en uno mismo son las fuentes de condena.

4. Que si la gente es condenada, ellos, y no Dios, serán los culpables.

Vemos - Tenemos conocimiento de la ley de Dios. Esto lo habían fingido cuando profesaban comprender la ley que respetaba el sábado mejor que Jesús, y lo habían condenado por sanar ese día.

Tu pecado permanece - Eres culpable y tu pecado no es perdonado. Los pecados de las personas siempre serán perdonados mientras estén orgullosos, autosuficientes y seguros de su propia sabiduría. Si vienen con corazones humildes y confiesan su ignorancia, Dios los perdonará, iluminará y guiará en el camino al cielo.

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