Gedeón ahora percibió que el Señor le estaba hablando por medio de Su ángel. Sin embargo, no vio calificaciones en sí mismo, ni en su familia o tribu, para el oficio de salvador de su pueblo. Por lo tanto, desea alguna seguridad de que el mensaje que acaba de recibir era ciertamente de Dios, y no un mero sueño o engaño. Pide como señal que su misterioso visitante se quede bajo la encina hasta que regrese a Él con sus regalos y ofrendas.

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