El horror se apoderó de mí - Me ha capturado; me ha dominado y abrumado. Me estremezco Tiemblo Tengo miedo; Estoy lleno de angustia. Luther: "Estoy quemado". La palabra hebrea - זלעפה zal‛âphâh - proviene de un verbo que significa “estar caliente; brillar"; y la idea en la palabra es la del calor violento; luego, un resplandor o ardor, como el viento, la "simoom" del desierto. Ver Salmo 11:6, donde la palabra se traduce "tempestad horrible", en el margen, "ardor". La palabra aparece solo en ese pasaje, en el anterior, y en Lamentaciones 5:1, donde se traduce como "terrible (hambruna)", al margen, "terrores" o "tormentas". El estado al que se hace referencia aquí es el de alguien que ve acercarse la tormenta de viento ardiente y arena; quien espera que cada momento sea vencido y enterrado; cuya alma tiembla de consternación.

Debido a los malvados ... - Su conducta me alarma. Su peligro me horroriza. Su condición me abruma. Los veo rebelándose contra Dios. Los veo expuestos a su ira. Veo la tumba justo delante de ellos, y las horribles escenas de juicio cerca. Los veo a punto de ser desechados y hundirse en un infortunio infinito, y mi alma está paralizada de horror. La contemplación me abruma con una angustia incontrolable. ¿Pueden ser tales cosas? ¿Pueden las personas estar en peligro? ¿Y pueden estar tranquilos y serenos, cuando están tan cerca de horrores tan horribles? Ningún hombre puede mirar el mundo de la desesperación sin horror; nadie puede darse cuenta realmente de que sus semejantes están expuestos a los horrores de esa morada sin que su alma se llene de angustia. Es extraño que todas las personas no se sientan así, que las personas impenitentes puedan caminar al borde de la tumba y del infierno "sin" horror, que las personas piadosas, buenas personas, personas que oran, puedan mirar a sus amigos en esa condición sin tener su almas llenas de angustia indescriptible. Compare Salmo 119:136; Romanos 9:1; Lucas 19:41.

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