13-16. Ananías ya había oído hablar de Saulo, sin duda a través de hermanos fugitivos de Jerusalén, y tal era el horror que inspiraba su nombre, que se resistía a acercarse a él, aun cuando el Señor se lo ordenaba. (13) " Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuánto mal ha hecho a tus santos que están en Jerusalén, (14) y aquí tiene autoridad de los sumos sacerdotes para prender a todos los que llaman en tu nombre.

(15) Pero el Señor le dijo: Ve; porque él es para mí un instrumento escogido, para llevar mi nombre delante de los gentiles, de los reyes y de los hijos de Israel. (16) Porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por causa de mi nombre. Aquí tenemos una declaración de que el Señor había hecho una elección especial de Saúl para cierta obra, y una predicción de que sufriría en la ejecución de la misma. Esto último demuestra la presciencia de Dios en cuanto a la conducta humana, y lo primero muestra que elige de antemano a los individuos idóneos para ejecutar sus propósitos.

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