"Su cabeza tan blanca como la nieve". No envejecer con su debilidad y senilidad; sino madurez y sabiduría, pureza y bondad. "Sed santos porque yo soy santo". "Sus ojos como llama de fuego". Ninguna noche tan oscura como para empañar su visión. No hay camino tan tortuoso y torcido que no pueda seguir. No hay secreto tan oculto que no brille ante él. Ningún corazón que no lea como una página abierta. No hay hecho tan enterrado que no se destaque ante él. Nada tan olvidado que no saldrá a la luz. Ese ojo ve a través de todo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento

Nuevo Testamento