Por el dicho de la mujer que testificó

(δια τον λογον της γυναικος μαρτυρουσης). Dio su testimonio con claridad y discreción. Dijo lo suficiente para traer a sus vecinos a Cristo. Ellos conocían su mala vida y ella le confesó francamente la reprensión de Cristo. Ella tuvo su parte en esta cosecha. Cuán tímidos y cobardes somos a menudo hoy en día al no dar nuestro testimonio de Cristo al prójimo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento