Hechos 2:30

Hechos 2:30 . Por lo tanto ser profeta. 'En el sentido más estricto, un pronosticador de eventos futuros por la inspiración del Espíritu Santo' (Alford). Jesús mismo habla expresamente de David escribiendo 'en el Espíritu' ( Mateo 22:43 ).

Y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que del fruto de sus lomos, según la carne, levantaría al Cristo para que se sentara en su trono. Aquí se hace referencia a las palabras del profeta Natán al rey David ( 2 Samuel 7:12-13 ). En Salmo 132:11-12 se hace referencia expresa a esta solemne promesa del Altísimo. Por supuesto, es imposible decir cuál era la idea exacta que tenía David de este gran Ser que descendería de él.

De las palabras de la profecía de Natán, debe haber deducido que ningún hombre entre sus descendientes podría jamás establecer el trono de su reino para siempre ( 2 Samuel 7:13 ), o sentarse en su trono para siempre ( Salmo 132:12 ). Podemos concluir con certeza que el rey salmista relacionó a ese descendiente suyo, del cual habló 'en el Espíritu' en términos tan extraños y grandiosos, con la idea del Mesías.