Juan 17:6 . He manifestado tu nombre a los hombres que me diste del mundo. Jesús pasa ahora al pensamiento de aquellos discípulos que habían sido llevados a descansar en Él en la fe. Su trabajo había terminado: el de ellos estaba por comenzar; e implicó una lucha y una fuerza necesaria, similar a la suya. Con la más tierna piedad y amor, por lo tanto, ora ahora por ellos, para que sean preservados como Él lo ha sido.

Sin embargo, no su preservación (por sí misma), sino la gloria del Padre, es todavía el pensamiento principal. Jesús es glorificado en ellos ( Juan 17:10 ), y ya hemos visto que cuando Él es glorificado, la glorificación del Padre está asegurada. En primer lugar se describe su posición; han entrado y abrazado la 'palabra' de Jesús de tal manera que el gran propósito de Su venida ha sido respondido en ellos, y están preparados para tomar Su lugar en el mundo.

Esa 'palabra' había sido especialmente el 'nombre' de Dios, Su nombre como 'Padre', incluyendo Su carácter, Sus atributos, Su voluntad salvadora como se revela en Jesús. Ellos habían abrazado todo el propósito del amor paternal de Dios como una noticia de gran gozo tanto para ellos como para el mundo. Habían sido dados al Hijo por el Padre 'fuera del mundo'; es decir, ya no estaban en el mundo como elemento de su existencia.

La posición es exactamente la suya ( Juan 17:14 ), de modo que ya vemos cuán estrechamente se identifican con él y están capacitados, tomando su lugar, para elevar a los hombres a su propia esfera superior. Sin embargo, no es suficiente decir esto, porque la totalidad con la que se ha alcanzado el fin tiene que ser sacada a la luz desde dos lados, el Divino y el humano.

Tuyos eran, ya mí me los diste. Ese es el lado Divino. Debe notarse el cambio de orden de las mismas palabras que se usaron en la primera parte del versículo. El énfasis ahora está dirigido a 'Mí', y el significado es que ellos ahora eran del Hijo por designación Divina, para que pudieran emprender Su obra.

y han guardado tu palabra. Este es el lado humano. Ellos, por su parte, habían respondido al propósito del Padre: habían guardado la 'palabra' de Dios; no la revelación general de Su voluntad, sino, si podemos hablar así, la revelación del Logos, de la 'Palabra', en el alma. En la Palabra de Dios ellos tienen la palabra de Dios en ellos. ¡Cuán completamente se ponen en la posición de Aquel que ahora se 'va'!

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