A los hombres que me diste del mundo. Por quien podemos entender a sus apóstoles y discípulos. Eran tuyos, y también míos, como yo soy Dios. Ver ver. 10. --- ya mí me las diste, en cuanto me he hecho hombre, su Salvador, su Redentor, etc. (Witham) --- ¿Entonces el Padre tenía algo que el Hijo no tuviera? De ninguna manera. Pero Cristo, como Hijo de Dios, tuvo desde la eternidad lo que no tuvo como Hijo del hombre; porque aún no había tomado carne de su madre virgen. Todo lo que tenía como Dios, lo atribuye a su Padre. (San Agustín, tratado. 106. en Joan.)

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