Juan 19:10 . Entonces Pilato le dice: ¿No me hablas? ¿No sabes que tengo poder para soltarte y que tengo poder para crucificarte ? No hay rastro de sentimiento espiritual en estas palabras; nada más que el sentimiento de dignidad ofendida, que a alguien en su posición, y poseído de su poder, un pobre prisionero se negara a responder.

De ahí la posición de 'a mí', al principio de la oración, y de ahí la repetición dos veces de 'poder', para enfatizar la autoridad que él poseía. La mención de 'liberación' viene en primer lugar, como la consideración que con mayor probabilidad le dirá a uno en el peligro en el que se encontraba Jesús. A esta observación de Pilato se da una respuesta.

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