Los dos incidentes de esta sección parecen haber sido colocados juntos, para marcar un contraste El judaísmo alcanza su punto más bajo, cuando debe sobornar a los soldados paganos para que mientan por él. Mateo conduciría así las mentes de los cristianos judíos, para quienes escribió, lejos del monte profanado en Jerusalén, al monte en Galilea, donde nuestro Señor proclama Su gloria y poder. El Evangelio se cierra con un mandato y una promesa ( Mateo 28:20 ) a los que salieran como despreciados nazarenos (galileos), cuyo cumplimiento no sólo prueba la falsedad del relato de los gobernantes, sino que dejó impotente para siempre al judaísmo. Es un cierre apropiado para todos los tiempos. Porque sobre el cumplimiento de la promesa, siempre ligada a la obediencia al mandato, descansa la prueba de todo el relato sencillo.

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Antiguo Testamento