Como el evangelio es el medio designado para salvar el alma, se debe enseñar a todos a leerlo. También se debe predicar a todos, y se les debe permitir y estar dispuestos a escucharlo, especialmente en sábado; y con este propósito descansar de los negocios, viajes y diversiones mundanos, y reunirnos unidos para buscar las bendiciones de la gracia.

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Antiguo Testamento