Los ancianos de la iglesia ; pastores y maestros. Siempre ha sido la voluntad de Dios que las iglesias cristianas sean provistas de pastores que les prediquen el evangelio, les den ejemplos santos, supervisen sus preocupaciones religiosas y se dediquen a la promoción de su bien espiritual. También ha sido siempre la voluntad de Dios, que algunos de sus ministros sean evangelistas o misioneros; deben visitar y reunir iglesias entre los indigentes en tierras cristianas y paganas, y hacer lo que puedan para predicar el evangelio a toda criatura.

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