Depusieron sus propios cuellos ; expusieron sus vidas a un gran peligro para salvar la mía. Los que por amor a Cristo ayudan a los fieles ministros en su obra, confieren grandes beneficios no sólo a ellos, sino a la iglesia y al mundo. Los cristianos que disfrutan de sus labores reconocerán dichos beneficios con gratitud, y serán reconocidos y recompensados ​​por Cristo en el gran día.

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Antiguo Testamento