La lepra de Naamán se te pegará a ti ya tu descendencia para siempre. Es decir, durante algunas generaciones, como se usa a menudo la expresión, y como puede pensarse comparándolo con Éxodo 20:5 ; Éxodo 34:7. Esta fue una sentencia que Giezi merecía justamente, pues su crimen fue agravado por una codicia avariciosa, que es idolatría, profanación del nombre de Dios, un robo descarado, al tomar para sí lo que le fue dado por otros, mentira deliberada e insolente, una desesperada desprecio por la omnipotencia, la justicia y la santidad de Dios, un horrible reproche sobre el profeta y su religión, y un escándalo pernicioso contra Naamán y todos los demás sirios que tuvieran la oportunidad de conocerlo. De ahí se nos enseña que Dios conoce nuestros pecados, aunque cometidos en secreto, y los castigará; y particularmente que su ira persigue, no solo a los injustos, sino a todos aquellos en general que son dados a la codicia y ganancia deshonesta; y que los bienes adquiridos por medios perversos llevan consigo una maldición, que a menudo desciende de los padresa sus hijos. Salió de su presencia como un leproso blanco como la nieve, que es la peor clase de lepra, y que los médicos señalaron como incurable. Aquellos que obtienen dinero de cualquier manera que desagrade a Dios, hacen una compra cara. ¿De qué se benefició Giezi con los dos talentos de plata, cuando perdió su salud, si no su alma, para siempre?

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad